En un vibrante enfrentamiento en La Cerámica, el Athletic Club logró sostener su posición en la pelea por la cuarta plaza de la liga tras empatar 0-0 con el Villarreal. Este resultado mantiene la impresionante racha de los bilbaínos, quienes solo han registrado una derrota en sus últimos 22 encuentros. El partido fue un verdadero desafío para el conjunto rojiblanco, que se vio sobrepasado en la primera parte por un Villarreal que inició con una presión intensa y dinámica. Sin embargo, a pesar de su dominio territorial y de someter al Athletic a un constante acoso, el equipo local no fue capaz de concretar sus oportunidades, en gran parte debido a la actuación del portero Unai Simón, quien mantuvo su portería intacta en momentos críticos.
La segunda mitad trajo un cambio de ritmo. El Villarreal, aunque todavía peligroso a través de la velocidad de sus atacantes Barry y Cardona, no pudo sostener el mismo nivel de energía, lo que permitió al Athletic apaciguar el juego y controlar el balón con mayor eficacia. Las oportunidades de gol se diluyeron para ambos equipos, y el partido se inclinó hacia un desenlace sin anotaciones. La expulsión por roja directa de Pape Gueye, por un incidente con Maroan del Athletic, dejó al Villarreal con diez hombres los últimos minutos del encuentro, pero el equipo visitante optó por no arriesgarse más. Con la mente puesta en su próximo enfrentamiento con el Rangers, el Athletic consideró el empate como un avance estratégico en sus objetivos de la temporada.
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