El descubrimiento de un esqueleto humano casi intacto junto a los restos de un gato fenicio, ambos de más de 2.600 años de antigüedad, ha sorprendido a los arqueólogos en Gadir, un antiguo asentamiento ubicado en el centro de la actual Cádiz. Este hallazgo excepcional, que incluyó también ollas de casi 3.000 años de antigüedad, representa un caso único en la región y ha dejado perplejos incluso a expertos libaneses en arqueología.
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