Abu Mohamed Al Jolani, líder del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, ha emergido como una figura central en la reciente ofensiva contra el régimen de Bashar al Asad en Siria. Esta ofensiva, iniciada el pasado 27 de noviembre, culminó con el derrocamiento de Al Asad, quien permaneció en el poder durante 24 años. Al Jolani, nacido en Riad en 1982 pero de origen sirio, regresó a Siria en 1989, donde se crió. Su vida dio un giro con los eventos en Oriente Medio, como la Segunda Intifada Palestina y la invasión de Irak por Estados Unidos, que le impulsaron a «defender» a la comunidad árabe. A pesar de ser designado como terrorista por Estados Unidos y la ONU, ha mantenido su presencia pública e incluso ha dado entrevistas, con una recompensa de diez millones de dólares por su captura.
En 2011, Al Jolani fue enviado por Abu Bakr al Bagdadi para establecer Al Qaeda en Siria, lo que llevó a la creación del Frente al Nusra. Sin embargo, en 2016, rompió lazos con Al Qaeda para formar el Organismo de Liberación del Levante, un grupo independiente cuyo objetivo declarado era derrotar al gobierno sirio. Con base en Idlib, estableció el Gobierno de Salvación y formó la coalición «Mando de Operaciones Militares», que ahora controla gran parte de Siria. Aunque afirma que su misión es liberar a todos los sirios sin discriminación religiosa o política, las Naciones Unidas han expresado su escepticismo y organizaciones de derechos humanos continúan denunciando abusos en áreas bajo su control.
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