El mundo de la gastronomía y las redes sociales se entrelazan en el perfil de María Pombo, una destacada influencer española que se ha ganado la admiración de miles de seguidores gracias a su estilo de vida, moda y negocios. Sin embargo, su aprecio por una de las delicias más exóticas de la gastronomía española, los percebes, podría verse amenazado por una combinación de factores preocupantes. Los percebes, considerados una joya culinaria, se enfrentan a amenazas serias que podrían llevarlos al borde de la desaparición. El cambio climático, la sobreexplotación y la falta de relevo generacional son algunos de los desafíos que parecen poner en jaque esta tradición centenaria, un hecho que desafía no solo el paladar de los gourmets, sino también la tradición y el sustento de muchas familias gallegas.
El entorno natural de los percebes está experimentando cambios críticos, principalmente por el aumento de las temperaturas marítimas que afecta su hábitat y reproducción. Además, la pesca ilegal, incentivada por la alta demanda de este manjar, está contribuyendo a la rápida disminución de sus poblaciones. En las costas gallegas, los percebeiros, esos intrépidos pescadores que se enfrentan a los peligros del mar para recolectar este crustáceo, ven cómo su profesión está en riesgo de extinción. Con la disminución de novas filas y un sistema económico que no siempre compensa adecuadamente su esfuerzo, el futuro de los percebes parece incierto. La comunidad de percebeiros plantea medidas urgentes, como una vigilancia costera más estricta y la creación de reservas marinas, para asegurar la sostenibilidad de esta tradición. Sin embargo, a menos que se aborden estos problemas con seriedad y urgencia, lo que hoy es un placer del mar podría convertirse en un recuerdo del pasado, dejando tras de sí una serie de pérdidas culturales y económicas irremediables.
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