En un partido reñido, el equipo rojiblanco sufrió una notable derrota a pesar de contar con Alexander Sorloth, el jugador más alto en el campo, con 1,93 metros. La presencia del delantero no impidió que el rival aprovechará su habilidad en jugadas de balón parado, anotando dos de los cuatro goles de esa manera. El desempeño defensivo del equipo fue insuficiente para contener el avance adversario, lo que dejó en evidencia algunas vulnerabilidades tácticas que deberán ser abordadas en futuros encuentros.
El enfrentamiento se caracterizó por un ritmo intenso y numerosas oportunidades de gol para ambos equipos. Sin embargo, la eficacia en las jugadas a balón parado fue un factor determinante para el resultado final. Los rojiblancos, que habían preparado una estrategia sólida, no lograron capitalizar la ventaja física que ofrecía Sorloth. La derrota subraya la necesidad de refinar la coordinación defensiva para mejorar en estas situaciones críticas.
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