En un emotivo acto celebrado en el corazón de Madrid, la vicealcaldesa Inma Sanz clausuró la conmemoración del 600º aniversario de la llegada del pueblo gitano a España. Acompañada por el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, la vicealcaldesa destacó la invaluable contribución cultural, social y lingüística que ha dejado el pueblo gitano a lo largo de los siglos.
Este evento coincide con la declaración de 2025 como el Año del Pueblo Gitano en España, lo que subraya la importancia de reconocer y celebrar la herencia de esta comunidad en el país. Sanz, en su intervención, expresó un firme rechazo a la discriminación persistente que todavía afecta a muchos jóvenes gitanos. Subrayó además el compromiso del Ayuntamiento de Madrid con la igualdad y la creación de oportunidades para todas las comunidades, afirmando que “el Madrid de hoy no se puede entender sin el poso que ha dejado el pueblo gitano a lo largo de estos 600 años”.
En su discurso, Sanz destacó la riqueza del legado gitano, que incluye la profundidad y belleza del flamenco, pero que también va más allá, influenciando numerosas manifestaciones culturales en el país. El evento contó también con las intervenciones de Pilar Heredia, directora de la Casa Gitana, y de José Manuel Cortés, secretario general de la misma institución. La jornada estuvo marcada por la vibrante actuación flamenca del reconocido artista Antón Cortés, que añadió un toque de autenticidad y celebración al acto.
La Casa Gitana, pieza clave en estos eventos, es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la integración de la comunidad gitana en la sociedad española y europea. Sus iniciativas abarcan desde el empleo hasta la educación, la vivienda y la cultura. Además, el Ayuntamiento de Madrid apoya a varias organizaciones gitanas, como la Fundación Secretariado Gitano y la Federación Red Artemisa. Desde 2003, participa en la Mesa de Mujeres Gitanas por la Igualdad, junto a otras 12 entidades sociales, reafirmando su compromiso con la inclusión y el reconocimiento cultural.
Este acto no solo celebra la historia de una comunidad que ha enriquecido el tejido social de Madrid, sino que también reafirma el compromiso de la capital con la diversidad y la igualdad. La ciudad, receptiva y acogedora, se proyecta hacia el futuro con la firme intención de integrar y dar voz a todas sus comunidades, honrando su legado y preparándose para los retos venideros.