El alcalde de Noblejas, Agustín Jiménez, decidió suspender su huelga de hambre tras cinco días de protesta y ser hospitalizado por problemas de salud. Jiménez, de 76 años, inició esta medida para exigir la construcción de un instituto de educación secundaria en su localidad, criticando al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, por el retraso en el proyecto. Argumentaba que el desinterés del Gobierno regional obedece a motivos políticos. La huelga, que pretendía ser «ininterrumpida», fue interrumpida debido a advertencias médicas sobre posibles daños irreversibles en la salud del alcalde, quien perdió más de cuatro kilos y debido a su avanzada edad y problemas de salud preexistentes, decidió poner fin al ayuno.
Pese al fin de la huelga, el alcalde, respaldado por su equipo de gobierno, planea continuar la lucha a través de movilizaciones vecinales y no descarta acciones legales. Jiménez busca evitar que los estudiantes de secundaria deban desplazarse diariamente a Ocaña para asistir a clase. La administración de García-Page argumenta que el actual número de alumnos no justifica la construcción del instituto, insistiendo en que las decisiones educativas deben basarse en criterios técnicos. Sin embargo, el equipo de Noblejas cuestiona este enfoque, señalando un comportamiento sectario al no considerar el crecimiento demográfico regional.
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