El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó este sábado una orden ejecutiva en respuesta a la reciente amenaza del presidente de Estados Unidos de desplegar fuerzas militares en la ciudad. La orden se dirige a fortalecer la cooperación entre agencias locales y organizaciones comunitarias para mejorar la seguridad y abordar las causas subyacentes de la violencia. Johnson destacó la importancia de soluciones basadas en la comunidad, en lugar de recurrir a medidas de fuerza que, según él, podrían agravar la situación. La orden ejecutiva también incluye el aumento de recursos para programas de intervención de violencia y apoyo a jóvenes en riesgo.
La amenaza presidencial ha generado preocupación entre los residentes y funcionarios locales, quienes temen que la presencia militar contribuya a la tensión social y al nerviosismo en la población. Johnson ha instado a la administración federal a reconsiderar su enfoque, subrayando que, si bien la seguridad es una prioridad, el despliegue militar no es la solución adecuada. La ciudad de Chicago está comprometida en poner en marcha estrategias de prevención y colaboración comunitaria para abordar el problema de raíz y asegurar un ambiente más seguro para todos sus habitantes.
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