El águila calva ha sido oficialmente reconocida como el ave nacional de Estados Unidos, tras la firma de una ley por el presidente Joe Biden en Nochebuena. Este símbolo, que ha representado los ideales estadounidenses desde su aparición en el Gran Sello en 1782, simboliza la soberanía y la identidad nacional. La ley fue aprobada por el Congreso a principios de diciembre y promovida por Preston Cook del Centro Nacional del Águila, consolidando el papel histórico del águila. El Gran Sello, que se utiliza para la certificación de documentos, presenta al águila con trece flechas y una rama de olivo, simbolizando respectivamente la guerra y la paz, conceptos fundamentales en la historia de la nación.
Además, la población del águila calva ha visto un resurgir significativo después de haber estado en peligro de extinción debido a la caza y la contaminación. De un mínimo histórico de 417 parejas reproductoras en 1963, la población se ha multiplicado en las últimas décadas y en 2021 se registraron más de 316.700 águilas. Esta recuperación subraya el ave no solo como un emblema nacional, sino también como un símbolo de conservación exitosa, reverenciado por las tribus indígenas americanas. La designación formal del águila calva como ave nacional se une a otras leyes firmadas por Biden durante su última frenética Nochebuena en el cargo, incluyendo iniciativas para proteger a jóvenes vulnerables y medidas contra la corrupción legislativa.
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