Un reciente informe de la Fundación Adecco ha revelado que el 72,5% de las familias con hijos con discapacidad se sienten solas y abrumadas al enfrentar el diagnóstico. Este estudio, titulado «Discapacidad y Familia», resalta cómo la discapacidad afecta integralmente al bienestar emocional, social y laboral de las familias.
El documento, basado en una encuesta a 364 familias, destaca la importancia de los apoyos iniciales para prevenir la vulnerabilidad familiar. La llegada de un miembro con discapacidad implica adaptaciones significativas que pueden generar agotamiento emocional y sensación de soledad.
Las redes de apoyo y los recursos profesionales son esenciales para las familias, facilitando el desarrollo autónomo de los niños y niñas con discapacidad. No obstante, la falta de recursos adecuados en etapas tempranas impide que estas personas alcancen su máximo potencial, reflejado en una baja participación laboral adulta.
El impacto emocional del diagnóstico es profundo, con sentimientos de miedo y desorientación. Además, la incomprensión social puede intensificar este aislamiento, afectando negativamente la adaptación a la nueva realidad.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, señala la necesidad de un modelo de acompañamiento integral desde la niñez, para fomentar trayectorias más autónomas y habilidades específicas. Sin embargo, la conciliación laboral y familiar sigue siendo un desafío considerable. Un porcentaje significativo de familias ha tenido que modificar sus jornadas laborales, y algunas incluso han abandonado el empleo.
Para mejorar la inclusión y el bienestar de estas familias, es crucial ofrecer un apoyo continuo. El Plan Familia de la Fundación Adecco busca capacitar a las personas con discapacidad para su integración laboral, proporcionando un soporte que involucra a toda la unidad familiar.