La Autoridad Fiscal ha señalado un significativo retraso en la ejecución de los recursos presupuestados, advirtiendo que la demora podría afectar negativamente al crecimiento económico previsto. Este retraso, en la implementación de proyectos clave, limita la capacidad del gobierno para cumplir con sus objetivos fiscales y de desarrollo. Las causas subyacentes incluyen una burocracia lenta y desafíos en la gestión y distribución de los fondos asignados, lo cual genera preocupación sobre la eficiencia administrativa del gobierno.
Paralelamente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que, a pesar de la inyección de fondos comunitarios, la productividad no muestra signos de mejora. Este estancamiento pone en duda la efectividad de las inversiones realizadas con el maná económico recibido de la Unión Europea. Los expertos sugieren que, sin reformas estructurales que faciliten la innovación y la competitividad, no habrá cambios significativos en el panorama productivo del país. Ante este contexto, la presión sobre las autoridades para optimizar recursos y maximizar resultados es cada vez mayor.
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