Incluir el entrenamiento de fuerza en las rutinas diarias se vuelve crucial a medida que se avanza en edad, ya que favorece una vejez con mayor movilidad y autonomía. Este tipo de actividad física no solo ayuda a mantener la masa muscular que se pierde naturalmente con el tiempo, sino que también mejora el equilibrio y la resistencia. Especialistas recomiendan centrarse en ejercicios clave que fortalezcan los músculos principales, beneficiando así a las articulaciones y reduciendo el riesgo de caídas y lesiones en personas mayores.
Entre los ejercicios más destacados para aquellos que superan los 50 años se encuentran las sentadillas y el levantamiento de pesas moderado. Las sentadillas, cuando se realizan correctamente, fortalecen los músculos de las piernas y mejoran la estabilidad, factores esenciales para una vida activa. Por otro lado, el levantamiento de pesas con un enfoque adecuado no solo incrementa la fuerza física, sino que también refuerza la salud ósea. Estos ejercicios, combinados con una dieta equilibrada, pueden contribuir significativamente a alargar la vida y mejorar la calidad de esta, según diversas investigaciones en el ámbito de la salud y el bienestar.
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