En el programa «Vamos a ver», se desató una intensa discusión ética entre Joaquín Prat y Patricia Pardo, a raíz de la filtración del vídeo donde Elisa Mouliaá declara ante un juez en el caso de acoso sexual contra el político Iñigo Errejón. Para Prat, la emisión de estas imágenes representa un dilema moral, ya que considera poco apropiado que los interrogatorios judiciales trasciendan al dominio público, afirmando que no le parecería correcto si él fuera el interrogado. En contraste, Pardo defendió la divulgación de la información, resaltando el papel proactivo de los medios en la cobertura del caso desde un inicio y cuestionando la coherencia profesional de su colega al abordar tales materias.
El caso de Mouliaá contra Errejón mantiene en vilo a la opinión pública. La actriz denunció al exdiputado por presuntos abusos ocurridos tras un evento social, narrando incidentes desde un taxi compartido hasta su llegada a la vivienda de Errejón. En su defensa, el político admitió intercambios cariñosos consentidos, pero negó que hubiera penetración. A pesar de la detallada declaración de Mouliaá ante el juez Adolfo Carretero, Prat sugirió en su emisión que la receptividad del juez no parecía favorecer a la denunciante, insinuando que el caso podría no prosperar judicialmente, lo que abre un nuevo frente de debate sobre la justicia y la percepción mediática.
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