Decenas de camiones con suministros humanitarios comenzaron a movilizarse el domingo frente al paso fronterizo de Rafah, coincidiendo con el inicio del alto el fuego entre Israel y Hamás. Sin embargo, debido a los requisitos de inspección israelíes y la destrucción en la Franja de Gaza, los convoyes, incluidos 20 camiones con combustible, deben desviarse primero a Israel a través del paso de Al Auga antes de llegar al enclave palestino. Esta medida, que ralentiza la entrega de asistencia, ha causado frustración entre los transportistas, quienes expresan su deseo de que el apoyo llegue más directamente para ayudar a la población afectada. Mohamed, un camionero de combustible, señala que el proceso se complica innecesariamente, mientras otros coinciden en que las restricciones israelíes limitan la cantidad de ayuda que logra llegar a destino.
El estado de la terminal palestina de Rafah, dañada durante la ocupación israelí en mayo de 2024, contribuye a la dificultad de entregar ayuda humanitaria, y permanece incapaz de acomodar el paso directo de camiones desde Egipto. La portavoz de la UNRWA, Tamara Alrifai, confirmó que, por ahora, el tránsito para bienes humanitarios continuará a través del cruce de Karam Abu Salem bajo un acuerdo entre la ONU, Israel y Egipto. En la primera fase de la tregua, se espera que aproximadamente 600 camiones ingresen a Gaza diariamente, incluyendo 200 desde Egipto. Pese a esto, las críticas persisten sobre la política de bloqueo israelí, que ha permitido una décima parte de la ayuda necesaria en meses recientes. Además, el acuerdo de alto el fuego también prevé la salida de civiles palestinos heridos para tratamiento médico en Egipto, aunque todavía no se ha registrado el tránsito de pacientes, a pesar de la espera de ambulancias en la frontera. En un ambiente de esperanza moderada, los camioneros aseguran sentirse felices ante la posibilidad de brindar asistencia a «sus hermanos palestinos».
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