La Electronic Frontier Foundation (EFF) ha presentado un escrito de amicus curiae ante el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito de Estados Unidos en relación con el caso Anderson v. TikTok, abogando por una reconsideración judicial. El caso ha cobrado relevancia tras la controvertida decisión de un panel de tres jueces que sostuvo que las recomendaciones de videos de TikTok no están cubiertas por la inmunidad de la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones.
La argumentación de la EFF subraya una supuesta interpretación errónea por parte del tribunal respecto al marco legal vinculado con la Primera Enmienda de la Constitución. Para la EFF, esta enmienda protege las decisiones editoriales, incluidas las selecciones algorítmicas de contenidos hechas por plataformas como TikTok. Tal interpretación, sostiene la fundación, podría tener implicaciones significativas en el funcionamiento de las plataformas de internet, amenazando potencialmente la naturaleza abierta y diversa de la red.
La Sección 230 es vista como un pilar en el crecimiento del entorno digital, ofreciendo a los intermediarios de internet la posibilidad de operar sin temor a responsabilidades legales por los contenidos generados por los usuarios. La reciente decisión del panel plantea un dilema para TikTok, calificando sus recomendaciones como contenido de «primer partido», lo que, a ojos del tribunal, no le otorga la inmunidad usual de la Sección 230.
El escrito de la EFF recalca varios puntos esenciales. En primer lugar, sugiere que el panel pasó por alto que las decisiones sobre cómo se muestra el contenido están bajo la definición de «editor» según la Sección 230. Además, argumenta que la decisión podría abrir una brecha jurídica que permitiría demandas directas contra las plataformas, centrando las acusaciones en sus decisiones editoriales. Finalmente, reitera que considerar a las recomendaciones de TikTok como una actividad editorial tradicional debería mantenerlas bajo el paraguas protector de la Sección 230.
La conclusión de la EFF es clara: permitir que el fallo del panel prevalezca sería perjudicial no sólo para las plataformas de internet, sino también para todos los usuarios online. Argumenta que la posibilidad de enfrentar responsabilidades legales podría derivar en una autocensura significativa por parte de los intermediarios, con consecuencias para la diversidad y el acceso a la información. Por estas razones, la EFF insta a que el tribunal reconsidere su decisión, en defensa de la libre expresión y el contenido colaborativo en la era digital.