El pasado 12 de octubre, la Electronic Frontier Foundation (EFF), junto con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y su filial en Mississippi, presentó ante un tribunal de apelaciones federal un escrito de amicus curiae. La petición busca mantener la suspensión sobre la controvertida ley HB 1126 de Mississippi, la cual impone restricciones de verificación de edad a usuarios de redes sociales.
El documento, presentado en el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de los Estados Unidos, califica a la HB 1126 como una «ley de censura extraordinaria» que infringe los derechos de la Primera Enmienda, protegiendo la libertad de expresión y el acceso a contenido en línea de todos los usuarios. Esta legislación exige que las plataformas de redes sociales confirmen la edad de cada usuario y que los menores obtengan permiso parental para ingresar a ciertos entornos digitales. Asimismo, la ley insta a que estas plataformas supervisen y censuren contenido en áreas definidas de forma ambigua, muchas de las cuales comprometen discursos protegidos constitucionalmente.
La implementación de HB 1126 ya había sido bloqueada por un tribunal federal de distrito que concluyó su probable violación a la Primera Enmienda. EFF destaca el impacto nocivo que la ley tendría sobre la libertad de expresión de los jóvenes, apuntando que los menores poseen el mismo derecho al acceso y participación en discursos protegidos en línea que los adultos.
Las redes sociales han evolucionado más allá de ser simples plataformas de entretenimiento, convirtiéndose en espacios vitales para que los jóvenes naveguen la construcción de identidad, compartan arte, practiquen su religión o participen en política. La EFF resalta la importancia de estas interacciones para el desarrollo integral de los jóvenes como miembros activos de la sociedad.
La legislación también afecta la libertad de expresión de los adultos al requerir que todos los usuarios verifiquen su edad antes de acceder a redes sociales, lo que podría excluir a millones de personas que no poseen una identificación oficial. Además de esto, la HB 1126 amenaza con despojar a los usuarios de su anonimato en línea, exponiéndolos a posibles acosos.
Otro elemento crítico es el riesgo que el proceso de verificación de edad representa para la privacidad. La extracción de información personal sensible para confirmar la identidad de los usuarios convierte a las plataformas en un objetivo vulnerables a ciberataques en un escenario donde las brechas de seguridad son frecuentes. La EFF sostiene que la vinculación de las actividades en línea a identidades del mundo real podría obstaculizar la autoexpresión y el acceso a contenido delicado.
Experiencias legislativas similares en otros estados han sido rechazadas por los tribunales, que han concluido en su inconstitucionalidad por restringir el acceso a discursos protegidos. Junto a la ACLU, la EFF insta al tribunal a que persista en bloquear la HB 1126, enfatizando la importancia de resguardar los derechos digitales tanto de jóvenes como de adultos.