Israel se encuentra en un momento crítico mientras prepara su respuesta a los ataques con misiles balísticos lanzados por Irán el pasado 1 de octubre. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, viajó a Washington para discutir posibles acciones militares, en una visita que incluyó reuniones clave con funcionarios estadounidenses. Según el ex agente de Inteligencia israelí Avi Melamed, es probable que Israel apunte a un ataque significativo contra un objetivo afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) en represalia al reciente ataque. El desafío para Israel es encontrar un equilibrio entre mostrar fuerza militar y evitar que la situación se convierta en una confrontación regional más amplia, aunque el impacto de los ataques iraníes exige una respuesta contundente.
Mientras tanto, Israel debe considerar múltiples frentes de conflicto simultáneamente, ya que mantiene tensiones con Hamás, Hezbolá, Irán, y otros grupos en la región. La estrategia militar israelí podría incluir ataques a instalaciones nucleares iraníes, plataformas petrolíferas, o un bombardeo con misiles balísticos a gran escala. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha instado a Israel a responder de manera proporcional, destacando su oposición a un ataque directo a las instalaciones nucleares iraníes. En el pasado, Israel ha usado misiles de alta precisión para ataques específicos, como lo hizo en abril tras un ataque previo del CGRI. En este contexto, la Guardia Revolucionaria Islámica sigue siendo un importante actor político y militar en Irán, con una vasta influencia en la política regional y vínculos con grupos como Hezbolá y Hamás.
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