La administración estadounidense ha manifestado su preocupación tras las declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, acusándolo de realizar «actos incendiarios». Estas acusaciones surgieron luego de la intervención del mandatario en una manifestación propalestina el pasado viernes, donde sostuvo un discurso que Washington considera incitador. La situación ha tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países, generando controversia y reacciones encontradas en el ámbito internacional.
En la manifestación, Petro expresó su apoyo a la causa palestina, lo que Washington interpreta como una incitación a la discordia en un contexto global ya complejo. La reacción del gobierno de Estados Unidos subraya su sensibilidad ante los discursos que puedan alterar el ya frágil equilibrio en el Medio Oriente. Por su parte, el gobierno colombiano aún no ha emitido una respuesta oficial a estas acusaciones, pero se espera que la situación sea debatida en próximas reuniones diplomáticas.
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