En su primera intervención en la Organización Transatlántica, Marco Rubio, representante estadounidense, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la alianza, subrayando la importancia de fortalecer la cooperación internacional en materia de defensa. Rubio enfatizó que, aunque Estados Unidos no se desvinculará de la organización, es crucial adoptar un enfoque «realista» en cuanto al aumento del gasto militar. El diputado destacó la necesidad de equilibrar las expectativas financieras con objetivos estratégicos alcanzables, sugiriendo que un incremento desmedido del presupuesto podría generar tensiones innecesarias entre los aliados y desviar recursos de otras áreas prioritarias.
El representante también llamó a un diálogo constructivo entre los miembros para definir metas asumibles que fortalezcan la seguridad colectiva sin desestabilizar las economías nacionales. Rubio destacó la urgencia de modernizar las capacidades militares de la alianza, priorizando el desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial para enfrentar amenazas emergentes. Durante su exposición, varios líderes expresaron su apoyo al planteamiento de Rubio, coincidiendo en que una planificación financiera responsable es esencial para mantener la cohesión y efectividad de la organización en el escenario global actual.
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