Más de 60 millones de personas en Estados Unidos se encuentran bajo alerta debido al temporal de nieve más intenso de las últimas décadas, que comenzó a azotar el país desde el domingo. La región más afectada ha sido el este, donde las severas nevadas han dejado un saldo de cinco muertos, la cancelación de más de 2.000 vuelos y declarado el estado de emergencia en seis estados: Kansas, Misuri, Kentucky, Virginia, Virginia Occidental y Arkansas. Al menos 190.000 hogares han quedado sin suministro eléctrico y se han reportado 38 heridos en 436 accidentes automovilísticos provocados por las adversas condiciones climáticas. En Washington, los acumulados de nieve han alcanzado los 15 centímetros, mientras que en otras zonas se han registrado hasta 45 centímetros, lo que ha llevado al cierre de escuelas y oficinas gubernamentales.
El presidente Joe Biden sigue de cerca la evolución del fenómeno, instando a la ciudadanía a prestar atención a las previsiones y advertencias locales. Se espera que la tormenta continúe esta semana, afectando a Arkansas y desplazándose hacia el centro y oeste del país, llegando hasta el sur de California, donde se pronostican fuertes vientos y condiciones climáticas críticas. Según el Servicio Nacional de Meteorología, el oeste de Texas podría experimentar una ligera nevada, seguida de una tormenta más significativa. A pesar de la magnitud del temporal, las alertas por nevada en la costa este han sido levantadas, mientras las áreas más afectadas intentan recuperar la normalidad en medio del azote del clima extremo.
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