En un hecho sin precedentes desde el inicio de los bombardeos contra el grupo rebelde hutí en Yemen, el ejército estadounidense ha desplegado el costoso bombardero furtivo B-2 Spirit. Este jueves, los B-2 atacaron almacenes subterráneos de armas en áreas controladas por los hutíes, un grupo que representa una amenaza significativa para el comercio en el Mar Rojo y ha lanzado misiles hacia Israel. Según el Pentágono, estos ataques de precisión tienen como objetivo desactivar las capacidades bélicas de los hutíes, quienes han controlado partes clave de Yemen, incluida la capital Saná, durante la última década.
El uso del B-2 Spirit, que llega casi siete años después de su última misión de combate, resalta la gravedad del conflicto. Despegando desde la base aérea de Whiteman en Misuri, estos bombarderos de capacidad nuclear son emblemáticos por su capacidad de penetración furtiva y su alto costo de operación, lo cual limita su uso en misiones estratégicas. Este movimiento ocurre en un contexto de creciente inestabilidad en la región, con la ONU advirtiendo sobre el riesgo de un escalamiento militar en Oriente Próximo, mientras los yemeníes enfrentan un sombrío panorama de paz y estabilidad debido a las tensiones regionales agravadas.
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