El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha anunciado la revocación de la visa al juez brasileño Alexandre de Moraes, junto con su equipo y familiares, tras la reciente decisión judicial en Brasil de colocarle una tobillera electrónica al expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intentar un golpe de Estado. Rubio describe el proceso dirigido por de Moraes como una «caza política de brujas», acusándolo de establecer un sistema de persecución y censura que trasciende las fronteras de Brasil. La medida sigue al revuelo político derivado de las tensiones entre las administraciones de Estados Unidos y Brasil, exacerbadas por las amenazas de aranceles por parte del expresidente Donald Trump.
El juicio contra Bolsonaro, asociado a Donald Trump, ha intensificado el conflicto diplomático con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Éste ha rechazado lo que considera chantajes inaceptables y acusaciones infundadas sobre el comercio bilateral. La Fiscalía brasileña mantiene que Bolsonaro lideró un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022, un complot que llevó al fallido asalto a la capital en enero de 2023. Los cargos incluyen abolición violenta del orden democrático, golpe de Estado y pertenencia a organización criminal, sumando potencialmente hasta 43 años de prisión. La investigación reveló que el golpe fracasó cuando el ejército brasileño se distanció de Bolsonaro, cuyo plan incluía el asesinato de Lula y su vicepresidente, además del juicio Alexandre de Moraes, crítico de la desinformación y el populismo digital.
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