Pedro Inzunza Noriega y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, han sido acusados de narcoterrorismo en Estados Unidos, marcando un hito en la estrategia contra el narcotráfico de Donald Trump. Según las autoridades estadounidenses, los Inzunza son parte de la organización de los Beltrán Leyva y están implicados en el tráfico masivo de fentanilo hacia Estados Unidos. La acusación también sitúa a Adam Gordon, fiscal a cargo de la nueva unidad de Narcoterrorismo, como figura clave en el respaldo a estas medidas. A su vez, esta acción coincide con la entrada de 17 personas vinculadas a Ovidio Guzmán López, lo que sugiere un doble enfoque de mano dura y negociación por parte de Washington.
La designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas subraya una táctica más agresiva del gobierno estadounidense. La Administración de Trump, con Pam Bondi como fiscal general, ha buscado nuevas estrategias legales para enfrentar estas amenazas. El caso de los Inzunza, vinculados al mayor decomiso de fentanilo en México, resalta la intensificación del conflicto entre cárteles y la colaboración internacional necesaria. Mientras tanto, la situación de los Guzmán en Estados Unidos sugiere posibles negociaciones en curso, lo que ha llevado a críticas y demandas de mayor transparencia por parte de las autoridades mexicanas.
Leer noticia completa en El Pais.