El enviado especial de la Presidencia estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, ha emitido una condena enérgica tras el ataque con misiles rusos sobre la ciudad de Sumy ocurrido este domingo. Kellogg calificó el bombardeo como una acción que «rebasa todos los límites de la decencia» debido al impacto sobre objetivos civiles. En un comunicado en sus redes sociales, destacó que decenas de personas han muerto y resultaron heridas durante el ataque, haciendo un llamado urgente para detener el conflicto. Kellogg, con experiencia militar previa, enfatizó la inadecuación de los objetivos elegidos por Rusia y destacó los esfuerzos del presidente Donald Trump para acabar con la guerra.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, también se sumó a las condenas, apuntando directamente a Rusia como responsable del ataque. Brink, quien anteriormente fue criticada por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski por no mencionar explícitamente a Moscú en condenas previas, señaló el uso de municiones de racimo por las fuerzas rusas sobre Sumy. Este tipo de armamento, utilizado también en ataques previos como el de Krivói Rog, ha sido particularmente devastador para la población civil. Las autoridades ucranianas actualizaron el balance de víctimas, reportando al menos 32 muertos y 99 heridos en la ciudad, subrayando el impacto del ataque en el marco del Domingo de Ramos.
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