La ofensiva militar de Estados Unidos contra embarcaciones civiles supuestamente involucradas en el narcotráfico sigue intensificándose, tras registrarse un nuevo ataque en aguas del Pacífico. Este reciente incidente marca la octava operación extrajudicial desde septiembre, y es la primera fuera del Caribe. De acuerdo con la información proporcionada por la CBS, que cita fuentes oficiales anónimas, los militares estadounidenses mataron a «dos o tres» tripulantes. Así, el número total de víctimas en estas operaciones asciende al menos a 34. Este ataque se produce apenas dos días después de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunciara otro enfrentamiento con una embarcación vinculada al Ejército de Liberación Nacional, grupo guerrillero colombiano catalogado como organización terrorista por EE. UU. desde los años noventa.
La estrategia contra el narcotráfico se encuentra en el centro de un inusitado despliegue militar en el área de responsabilidad del Comando Sur, que ahora incluye una decena de buques de guerra, un submarino nuclear y 10,000 tropas. Bajo la administración de Trump, Estados Unidos ha declarado un “conflicto armado no internacional” contra los cárteles, aludiendo al alto número de muertes causadas por las drogas traficadas. Sin embargo, esta postura ha generado oposición bipartidista en el Senado, descontento con la declaración de guerra contra entidades en lugar de países y con el uso de una ley de los años setenta que otorga al presidente 60 días para actuar, con la posibilidad de extender el periodo por 30 días más. Esta política ha sido puesta bajo escrutinio tras incidentes previos, como el ataque a una embarcación sumergible que dejó dos muertos y dos sobrevivientes, estos últimos repatriados sin cargos tras no encontrar pruebas en su contra.
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