Estados Unidos ha emitido un ultimátum en sus esfuerzos para negociar la paz en Ucrania, demandando avances tangibles en los próximos días para no retirarse de las conversaciones. Durante una reunión en París con el presidente francés Emmanuel Macron, el secretario de Estado Marco Rubio recalcó que la administración de Donald Trump necesita evaluar rápidamente las viabilidades de un alto el fuego entre Ucrania y Rusia. Rubio declaró que Estados Unidos no prolongará indefinidamente este esfuerzo, priorizando otras agendas si la paz no se alcanza. Horas después, Trump reiteró esta postura, destacando la urgencia de una resolución, aunque expresó cierto optimismo sobre las posibilidades de éxito. En paralelo, la semana pasada hubo un acercamiento con los aliados europeos que participaron en discusiones colectivas para facilitar el proceso de paz.
Por otro lado, Estados Unidos y Ucrania han formalizado un preacuerdo centrado en la explotación económica de los recursos minerales ucranianos, un tema crucial en las conversaciones bilaterales que siguen abiertas desde el inicio de la administración de Trump. La ministra de Economía de Ucrania, Yulia Sviridenko, anunció la formalización de un memorando con el Departamento del Tesoro estadounidense, preludiando un acuerdo de asociación económica. Este pacto tiene como objetivo crear un Fondo de Inversiones para la reconstrucción ucraniana, buscando así nuevas oportunidades económicas tras la devastación del conflicto. Sin embargo, este movimiento genera inquietudes en Kiev acerca de una posible pérdida de soberanía y control de recursos naturales vitales, mientras se prosigue la estructura de un acuerdo que equilibre intereses económicos y soberanos. Con un viaje planeado a Washington por el primer ministro ucraniano para finalizar las discusiones, el avance en estas negociaciones tendrá implicaciones significativas para la relación bilateral y el futuro económico de Ucrania.
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