El líder opositor venezolano sigue siendo un símbolo de esperanza para muchos ciudadanos, a pesar de no haber asumido la presidencia. En una reciente entrevista con EL MUNDO, narró los desafíos enfrentados durante los últimos doce meses, marcados por elecciones tensas, días escondido en Caracas y un destierro forzado en Madrid. A lo largo de este periodo, sostuvo una gira internacional para recabar apoyo mientras su familia sufría acoso constante por parte del régimen chavista, reflejando la complejidad y los riesgos asociados a su lucha por la democracia en Venezuela.
El impacto de su exilio en Madrid no ha menguado su determinación, y se mantiene en contacto constante con diversos líderes internacionales para hallar una solución a la crisis que enfrenta su país. Mientras tanto, el régimen continúa sus esfuerzos por desestabilizar y silenciar su movimiento y a los suyos. Estas vivencias no solo reflejan la resistencia personal del líder, sino también el deseo de millones de venezolanos que anhelan un cambio en medio de un panorama político y social cada vez más incierto y desafiante.
Leer noticia completa en El Mundo.