Ecuador está viviendo una de sus etapas más turbulentas en la historia reciente, marcada por la violencia y la inestabilidad política. Desde noviembre de 2023, tras la asunción del presidente Daniel Noboa, el país ha adoptado una política de mano dura contra las bandas armadas, lo que ha resultado en un incremento notable de la violencia. Durante 2024, se registraron 6.818 homicidios, y el ambiente de caos se ve agravado por masacres en las cárceles, secuestros y denuncias de desapariciones forzosas. Este escenario se tornó aún más tenso con la polémica operación militar en Guayaquil, donde cuatro menores fueron supuestamente asesinados. Tales eventos han sumido al país en un estado de alarma, aumentando la presión sobre el gobierno de Noboa.
En este contexto de violencia y crisis, Ecuador acude nuevamente a las urnas, con una elección presidencial polarizada entre el actual mandatario, Daniel Noboa, y Luisa González, representante del Movimiento Revolución Ciudadana de Rafael Correa. Las encuestas sugieren que ninguno de los candidatos logrará triunfar en la primera vuelta, augurando una segunda ronda el 13 de abril. Aparte de la violencia creciente, el próximo presidente enfrentará el desafío de resolver una severa crisis energética y altas tasas de desempleo. En el exterior, un significativo número de ecuatorianos, particularmente en España, también participarán en estas elecciones, reflejando su preocupación por la situación política y social en su país natal.
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