La competencia por liderar la computación en inteligencia artificial (IA) se intensifica. AMD y NVIDIA, dos gigantes de la industria, están acelerando sus desarrollos para asegurar una posición ventajosa en el mercado. Recientes filtraciones sugieren que ambas compañías están incrementando la potencia y el ancho de banda de memoria de sus próximas arquitecturas para no quedarse atrás.
AMD, con su serie Instinct MI450, y NVIDIA, con la serie Vera Rubin VR200, están aumentando sus capacidades en respuesta a la demanda creciente de potentes soluciones de IA. Forrest Norrod, de AMD, describió el MI450 como un hito comparable al «momento Milan» representado por los procesadores EPYC 7003, sugiriendo que será una oferta altamente competitiva frente a su rival.
Los rumores indican un significativo aumento en la potencia eléctrica: la serie MI450X de AMD podría incrementar en 200 W, mientras que las GPUs Rubin de NVIDIA podrían alcanzar los 2.300 W, un aumento de 500 W respecto a estimaciones previas. En cuanto al ancho de banda, se calcula que AMD ofrecerá alrededor de 19,6 TB/s, ligeramente por detrás de los 20,0 TB/s que se rumorean para NVIDIA, mostrando ambos un notable aumento respecto a cifras iniciales.
De lanzarse según lo esperado en 2026, estas nuevas tecnologías podrían transformar el panorama de los centros de datos. Con requerimientos de refrigeración más estrictos debido al aumento del TGP, las instituciones deberán adaptar sus infraestructuras para hacer frente a estas demandas de energía y mantenimiento térmico.
Una de las características destacadas de estas nuevas arquitecturas es el uso de memoria HBM4. Aunque ambas empresas utilizarán esta tecnología, AMD podría superar a NVIDIA con una capacidad de hasta 432 GB por GPU en comparación con los 288 GB de NVIDIA, lo cual podría ser decisivo para aplicaciones que requieren un manejo extensivo de datos y memoria.
El mercado está esperando ansiosamente ver cómo se balancean las tecnologías y se estrechan las diferencias entre las dos compañías líderes en IA. Con similitudes en ciertos aspectos técnicos, la verdadera diferenciación podría residir en la interconexión y el ecosistema de software que cada compañía pueda ofrecer.
En el horizonte, los centros de datos se preparan para el desafío. El éxito de estas tecnologías podría depender de la capacidad de producción y entrega de componentes esenciales, así como del desarrollo de software que maximice el potencial de estas nuevas plataformas.
Mientras tanto, analistas y expertos seguirán observando de cerca los pasos de AMD y NVIDIA, conscientes de que las especificaciones finales aún están por verificarse. Sin embargo, las tendencias actuales apuntan a un 2026 con competencia directa más cerrada, donde las decisiones se tomarán basándose en un análisis integral que va más allá de las fichas técnicas.
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