En la última corrida celebrada en la plaza de toros de Las Ventas, el anunciado desafío entre los ganaderos Rehuelga y José Escolar resultó en una lidia deslucida y sin emoción. Los seis toros, aunque bien presentados, ofrecieron un espectáculo escaso de bravura y chispa. Los astados de Rehuelga fueron flojos en su acometida con los caballos, mientras que los de Escolar mostraron mansedumbre y poco ímpetu. El público, compuesto por menos de un tercio del aforo total, se encontró con una tarde carente de momentos memorables o triunfos destacables.
En lo que respecta a los toreros, Miguel Andrades, que confirmaba su alternativa, no encontró la oportunidad deseada para lucir su toreo, enfrentándose a animales sosos y complicados, lo que le dejó con una faena accidentada y momentos de inseguridad. Sebastián Ritter, quien reemplazó de última hora al herido Damián Castaño, tampoco pudo brillar, mientras que Juan de Castilla, a pesar de su comprometida actuación tras recuperarse de una grave cornada, no consiguió impactar significativamente. La combinación de toros sin bravura y faenas sin ritmo dejó a los asistentes sin emociones fuertes ni motivos para aplaudir.
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