En el Palau de la Música de Valencia, Gustavo Dudamel dirigió una emotiva interpretación de la Segunda Sinfonía de Mahler, más conocida como Resurrección, en un concierto benéfico destinado a las víctimas de las inundaciones causadas por la dana el pasado 29 de octubre. La velada, cargada de significado y solidaridad, contó con la participación de más de 200 artistas, incluyendo músicos, cantantes solistas y el coro, y fue recibida con una ovación memorable por parte del público. Este evento fue posible gracias a la colaboración entre Dudamel y el reconocido trompetista Pacho Flores, quienes, movidos por la tragedia que impactó a la región valenciana, organizaron el concierto para apoyar a las 32 sociedades musicales afectadas por el desastre. La interpretación, descrita como extraordinaria por su calidad artística y carga emocional, fue aclamada por los asistentes, reflejando la profunda conexión entre la música y la comunidad en momentos de dificultad.
El concierto contó con la presencia de destacadas personalidades, como la Reina Sofía y miembros del gobierno valenciano, incluidos la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y la vicepresidenta Susana Camarero. No obstante, el presidente valenciano Carlos Mazón optó por no asistir debido a la controversia generada por su gestión de la crisis. La actuación de Pacho Flores, con su obra Albares. Concerto para fliscorno y orquesta sinfónica, trajo a escena una fusión única de sonidos caribeños y valencianos, subrayando la solidaridad y el compromiso de los artistas con la causa. Con dunas de seguridad reforzadas por la ocasión y un ambiente emocionalmente cargado, el evento no solo fue un despliegue de talento excepcional, sino también un testimonio del poder unificador y transformador de la música en tiempos de adversidad. Mientras tanto, la destacada figura de Dudamel continúa consolidándose en la escena internacional, forjando un legado que pronto lo verá asumir la dirección de la Filarmónica de Nueva York en 2026.
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