La estrella británica brilló intensamente en el primero de sus conciertos en la capital, una noche que reunió a 15,000 personas en un espectáculo de dance-pop inolvidable. La audiencia, completamente entregada, vivió una experiencia llena de energía y ritmos pegajosos que hicieron que el recinto vibrara. Con una producción impecable, la artista mostró su carisma y talento, consolidando su lugar en la escena musical internacional.
El repertorio incluyó sus mayores éxitos, que resonaron con fuerza entre los asistentes, quienes no dejaron de bailar y cantar durante toda la noche. La puesta en escena, acompañada de impresionantes efectos visuales, complementó el despliegue musical de manera magistral. La velada no solo destacó por su calidad sonora, sino también por la conexión genuina entre la artista y su público, lo que convirtió el evento en una auténtica celebración del pop moderno.
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