Las Fuerzas Armadas de Ucrania han confirmado que un ataque con drones ha provocado la suspensión indefinida del oleoducto Druzhba, vital para el transporte de petróleo ruso hacia Hungría y Eslovaquia a través de Ucrania. Este incidente ha generado tensión entre Ucrania y Hungría, cuyo Ministro de Exteriores, Peter Szijjártó, ha amenazado con represalias, insinuando la posibilidad de cortar el suministro eléctrico a Ucrania, del cual su país es proveedor crucial. El comandante ucraniano Robert Brodi informó sobre la destrucción de la principal estación de bombeo del Druzhba en la provincia rusa de Tambov, intensificando así el conflicto sobre la seguridad energética en la región.
El gobierno eslovaco también confirmó la interrupción del flujo de petróleo, aunque guarda silencio respecto a la situación. Mientras tanto, una acalorada discusión se ha desarrollado entre Szijjártó y su homólogo ucraniano, Andrii Sibiga, en las redes sociales, destacando las divergencias sobre el papel de Rusia y la dependencia energética de Hungría. La Comisión Europea no ha comentado sobre la crisis, mientras Ucrania defiende su acción al considerar que no viola los acuerdos internacionales en tanto el oleoducto fue dañado en territorio ruso. Este ataque es parte de una serie de ofensivas dirigidas a la infraestructura petrolera rusa, con el fin de demostrar su vulnerabilidad y debilitar su economía.
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