El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de estar detrás de un ataque con dron ocurrido en la madrugada del viernes, que impactó contra el sarcófago que rodea al reactor 4 de la central de Chernóbil, la misma infraestructura que sufrió el peor desastre nuclear civil del mundo en 1986. El impacto del dron causó «daños significativos» en la estructura, según una evaluación preliminar, y provocó un incendio que ya ha sido extinguido. Aunque los niveles de radiación no han aumentado, Zelenski enfatizó que están siendo controlados constantemente. El presidente denunció que «Rusia es el único país que ataca estos emplazamientos sin considerar las consecuencias». Sin embargo, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, ha rechazado cualquier responsabilidad, calificando el incidente como una «provocación» ucraniana.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que tiene un equipo permanente en Chernóbil, confirmó el incidente, detallando que el equipo del OIEA escuchó una explosión y que un dron chocó contra el tejado del nuevo recinto de seguridad. A pesar de la normalidad en los niveles de radiación, el director del OIEA, Rafael Grossi, ha alertado que este evento y el aumento de la actividad militar en torno a la central de Zaporiyia resaltan los riesgos continuos para la seguridad nuclear. El nuevo sarcófago de Chernóbil, inaugurado en 2016 y construido con un costo de 1.600 millones de euros, fue financiado por un fondo internacional al que contribuyeron 45 países, incluido España. Este incidente es una alerta sobre las delicadas condiciones en que se mantiene la seguridad nuclear en la región.
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