En junio se conmemora el mes de la Escoliosis, una condición que puede manifestarse desde la infancia y que resulta crucial diagnosticar a tiempo. La escoliosis del adulto es una patología frecuente que afecta aproximadamente a un tercio de las personas a partir de los 60-65 años, siendo más común entre mujeres. Esta patología no solo genera dolor en la zona baja de la espalda sino que también puede irradiar hacia las piernas debido a la compresión nerviosa, causando un dolor similar al provocado por hernias discales o estenosis espinales.
Alberto Hernández, traumatólogo experto en columna de Policlínica Gipuzkoa, explica que existen dos grandes grupos de escoliosis del adulto. Por un lado, las escoliosis que persisten desde la adolescencia, las cuales presentan un patrón estructural específico que eventualmente provoca síntomas como el dolor de espalda. Por otro lado, la escoliosis degenerativa o “De Novo” es el resultado de pequeños cambios degenerativos que causan una arquitectura asimétrica de la columna, llevándola a tomar una forma de “S”.
En el desarrollo de la escoliosis adulta intervienen factores como la degeneración discal, la osteoporosis, la sarcopenia o el desarrollo asimétrico de la musculatura. Además, las enfermedades neurodegenerativas también pueden favorecer su desarrollo. Hernández añade que, a partir de los 60-65 años, hasta un tercio de la población puede presentar algún grado de escoliosis adulta. En muchos casos, los pacientes descubren su escoliosis tras someterse a pruebas diagnósticas por otros problemas relacionados con la columna.
El traumatólogo de Policlínica Gipuzkoa destaca la importancia de acudir al especialista ante cualquier molestia relacionada. “El diagnóstico se realiza mediante una exploración física detallada y se confirma con pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas”, explica Hernández.
El tratamiento de la escoliosis varía según la gravedad y los síntomas presentados por cada paciente. Las escoliosis leves pueden no requerir un tratamiento específico, mientras que las más graves podrían necesitar intervenciones que van desde la fisioterapia y el ejercicio hasta cirugías correctivas. “La escoliosis es un problema de salud significativo y común que requiere atención especializada para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta condición. Hoy disponemos de diferentes tratamientos para resolver este problema y mejorar su calidad de vida”, concluye Hernández.
El mes de junio, dedicado a la concienciación sobre la escoliosis, subraya la importancia de un diagnóstico temprano y el manejo adecuado de esta condición, especialmente en la población adulta, donde su prevalencia es notable.