Dos personas perdieron la vida en el poblado de Laqliaa, en el sur de Marruecos, durante un asalto a un puesto de la Gendarmería Real en medio de disturbios que han durado cinco días. Según las autoridades locales, los gendarmes se vieron obligados a abrir fuego en defensa propia cuando un grupo de atacantes, que previamente había participado en protestas, intentó tomar armas y municiones del puesto. Aunque fuerzas de seguridad habían dispersado inicialmente a los manifestantes utilizando gas lacrimógeno, un grupo más numeroso de alborotadores regresó armados con cuchillos para retomar el asalto, llegando incluso a incendiar un vehículo y dañar la comisaría.
Simultáneamente, diversas localidades marroquíes han sido escenario de actos de vandalismo y violencia impulsados por un colectivo juvenil que se identifica como ‘GENZ212’, utilizando plataformas digitales para convocar las manifestaciones. En respuesta a estos incidentes, un responsable de la Presidencia de la Fiscalía ha advertido que se aplicarán sanciones severas, con la posibilidad de penas de hasta 20 años de prisión, e incluso cadena perpetua en casos agravantes. La Fiscalía ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades legales.
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