Las tendencias de los años 2000 han vuelto a resurgir en el ámbito de la moda, reivindicando prendas icónicas como los pantalones cargo, los vaqueros acampanados y los crop tops. Sin embargo, en el ámbito de la belleza, especialmente en lo que se refiere a las cejas, el enfoque ha cambiado radicalmente en 2025. A medida que nos alejamos de la estética ultradelgada de la década pasada, se impone un estilo más natural y sencillo. Este año marca un punto de inflexión con la adopción del ‘clean look’, que favorece la naturalidad y potencia los rasgos sin artificios. La moda ha evolucionado, y las mujeres buscan ahora resaltar su belleza de la manera más genuina posible, abandonando las cejas excesivamente perfiladas y las decoloraciones dramáticas.
A lo largo del año, las cejas laminadas se han establecido como las grandes protagonistas, ofreciendo un aspecto limpio y peinado de manera natural, sin la necesidad de retoques diarios. Este método permite una mayor definición y volumen, alineándose con la tendencia general hacia la autenticidad y el autocuidado. Por otro lado, las cejas finas resurgen con un enfoque equilibrado, sin recaer en el extremo estilizado del pasado. La búsqueda del equilibrio se refleja también en la tendencia de mantener el color de las cejas en sintonía con el cabello, renunciando a contrastes marcados como los de la decoloración. En conjunto, estas tendencias reflejan un movimiento hacia lo natural, donde la aceptación de las pequeñas diferencias y la suavidad en los trazos toman protagonismo sobre el perfeccionismo simétrico de antaño.
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