La exposición «Dora Maar: fotografías y dibujos» en el Museo Lázaro Galdiano ofrece un vistazo íntimo al legado de una de las figuras más prominentes del surrealismo. Destaca una fotografía de hace 85 años que captura la playa desde el lente de Maar, mostrando su capacidad para inmortalizar detalles cotidianos con un enfoque artístico único. La muestra nos transporta al vibrante estudio parisino de la artista en la rue de Savoie, un espacio que refleja su creatividad desbordante. Maar, reconocida tanto por sus autorretratos como por su habilidad para retratar a otros, dejó una huella indeleble en la escena artística de la época, intersectando su vida con grandes nombres como Joan Miró y su íntima amistad con el fotógrafo Brassaï.
Sin embargo, su legado ha estado durante mucho tiempo a la sombra de Pablo Picasso, con quien mantuvo una intensa relación artística y personal. A pesar de su asociación con el pintor malagueño, Maar ya brillaba por su cuenta, capturando la vida en las Ramblas de Barcelona en 1933, mucho antes de que otros fotógrafos lo hicieran. La exposición no solo destaca su obra fotográfica, sino también su trabajo menos conocido en el dibujo, que ofrece una visión más completa de su talento y autonomía artística. Aunque Picasso es omnipresente en su historia, esta muestra reivindica a Dora Maar como una artista con entidad propia dentro del panorama surrealista.
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