En un clima de alta tensión y preocupación por su seguridad personal, Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos y actual candidato republicano a la Casa Blanca, ha solicitado al Gobierno federal un suministro sin precedentes de recursos militares para resguardar su integridad durante el periodo final de su campaña electoral. Este pedido incluye aviones y vehículos militares ante informes de inteligencia que señalan un presunto complot de Irán para asesinarlo. Estos temores se ven intensificados tras haber sido víctima de un atentado y otro intento frustrado en meses recientes. El equipo de Trump, liderado por su jefa de campaña Susie Wiles, ha mostrado un marcado descontento con el Servicio Secreto, al que acusan de no ofrecer un plan de seguridad lo suficientemente robusto, motivando la cancelación de eventos públicos debido a la «falta de personal».
Las solicitudes de Trump de aviones militares y vehículos blindados han puesto al Gobierno de Joe Biden en una posición delicada. El presidente ha confirmado que se le proporcionará todo lo necesario para garantizar su seguridad, salvo peticiones de armamento como aviones F-15. A pesar de los compromisos del Gobierno, se ha manifestado una creciente preocupación entre los asesores de Trump sobre posibles amenazas como drones y misiles, alimentando las ya tensas relaciones entre el ex presidente y la administración actual. Mientras tanto, se invoca un debate sin precedentes sobre medidas de seguridad extraordinarias para un candidato presidencial, algo que pone de manifiesto el complejo panorama político que Estados Unidos enfrenta en las próximas elecciones del 5 de noviembre.
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