El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha optado por el senador Marco Rubio como su secretario de Estado, según informan fuentes cercanas a Reuters y una publicación previa de The New York Times. Aunque el nombramiento aún no se ha confirmado oficialmente, Rubio sería el primer latino al frente de la diplomacia estadounidense. Con un perfil político inclinado hacia posturas estrictas en política exterior, el senador de Florida ha sido un crítico ferviente de regímenes como los de China e Irán, y ha apoyado sanciones a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Además, es conocido por su firme respaldo a Israel, evidenciado por su copatrocinio en resoluciones contra las críticas internacionales hacia los asentamientos israelíes.
Rubio, quien empezó su carrera en el Senado en 2010 como el primer hijo de inmigrantes cubanos con un escaño en la Cámara alta, comparte con Trump una perspectiva pragmática en la política exterior. Durante la reciente campaña electoral, dejó atrás las asperezas del pasado con Trump para colaborar activamente, especialmente en áreas con un electorado latino significativo, crucial para la victoria del presidente electo. Frente a un tablero geopolítico complicado, los desafíos inmediatos para Rubio, de ser confirmado, incluirán abordar el conflicto entre Rusia y Ucrania, al mismo tiempo que se mantendrá atento a la situación en Gaza y el Líbano, con una administración que ha asegurado su apoyo a Israel. En lo social, mantiene una postura conservadora, particularmente en temas como el aborto.
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