El presidente Donald Trump ha anunciado la firma de la primera fase de un plan de paz para Gaza, que busca asegurar plenas garantías para Israel y la capitulación de Hamás. Este plan, percibido como una victoria diplomática por algunos, es la octava iniciativa de Trump en su búsqueda del Nobel de la Paz. Sin embargo, el plan enfrenta críticas por abandonar la solución de dos Estados, ampliamente apoyada por la comunidad internacional, aunque menciona una posible autodeterminación en el futuro. El anuncio llega tras dos años de intensos conflictos que han dejado una estela de destrucción en la región.
Desde su llegada al poder, Trump ha mostrado un enfoque contradictorio hacia Gaza, promoviendo proyectos inmobiliarios que incluyen la transformación de la Franja en un destino turístico de lujo. Estos planes han sido modulados a lo largo de su mandato para incluir un alto el fuego y la creación de una administración temporal supervisada por EE. UU. Sin embargo, esta propuesta ha sido rechazada por vecinos regionales como Egipto y Jordania, preocupados por un posible éxodo masivo. Trump también ha mantenido una estrecha relación con el gobierno de Netanyahu y ha mostrado ambiciones económicas, evidentes en sus viajes al Golfo Pérsico para firmar importantes acuerdos, mientras continúa buscando la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí.
Leer noticia completa en El Pais.