En un movimiento estratégico de cara a las próximas elecciones, Donald Trump ha intensificado su campaña con un mitin multitudinario en el Madison Square Garden, su ciudad natal, Nueva York. En esta reunión, más de 20,000 seguidores asistieron para mostrar su apoyo al ex presidente mientras miles más lo aclamaban desde las inmediaciones del recinto. Trump supo capturar la atención a través de un tráiler de campaña al estilo de Hollywood, difundido en redes sociales poco antes del evento, subrayando su intención de proyectar una imagen poderosa y desafiante en un estado típicamente demócrata. Este esfuerzo se da en un contexto electoral inusitado, marcado por la renuncia de Joe Biden a la candidatura y los sucesivos atentados de los que Trump asegura haber sido víctima.
Acompañado por su esposa Melania, Trump hizo una entrada simbólica al sonido de «God Bless the USA», y desafió a su audiencia preguntando si estaban mejor ahora que hace cuatro años, recibiendo un resonante «¡No!» como respuesta. Este mitin no solo busca reforzar su presencia en Nueva York sino también llegar a los llamados estados «campos de batalla» a través de la retransmisión del evento a nivel nacional. Aunque Nueva York es un baluarte demócrata, los distritos de la ciudad son cruciales para ganar ventaja en las elecciones legislativas, donde se renovará un tercio del Senado y la Cámara de Representantes. Este evento sigue la tradición de mítines históricos en el Madison Square Garden, un lugar de alto simbolismo político en la historia de Estados Unidos.
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