Este domingo, Donald Trump hizo historia al convertirse en el primer presidente de Estados Unidos en asistir a una final de la Super Bowl. El evento deportivo, que enfrentó a los Kansas City Chiefs contra los Philadelphia Eagles, se llevó a cabo en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, Luisiana. La presencia del presidente en el emblemático juego motivó un reforzamiento significativo de las medidas de seguridad en la ciudad, dado el reciente atentado terrorista ocurrido en la popular Bourbon Street el pasado 1 de enero. Las autoridades desplegaron drones, unidades tácticas, perros detectores de explosivos y llevaron a cabo cierres estratégicos de carreteras para garantizar la protección de los asistentes a este evento de gran magnitud.
En cuanto a sus preferencias deportivas, Trump, conocido fanático de los New England Patriots, supuestamente inclinaría su apoyo hacia los Chiefs debido a su buena relación con Patrick Mahomes y su esposa Brittany Mahomes. Sumando al espectáculo de la final, se esperaba la presencia de famosos como Taylor Swift, actual pareja de Travis Kelce, y el debut de Tom Brady como comentarista en una Super Bowl para Fox Sports. Además, el renombrado rapero Kendrick Lamar estaría a cargo del esperado espectáculo del medio tiempo, añadiendo una capa adicional de atractivo a este evento ya de por sí monumental.
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