La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, celebrada el pasado 5 de noviembre, ha generado una ola de optimismo en diversas partes del mundo, aunque no sin sus reservas. Según una encuesta del European Council on Foreign Relations (ECFR) presentada el 15 de enero, países como India y Brasil ven el regreso de Trump como positivo para América y la paz mundial. En cambio, en Europa y Corea del Sur prevalece el nerviosismo ante lo que podrían significar los próximos cuatro años, especialmente en el contexto de las tensiones generadas en Ucrania y Oriente Próximo. En regiones como India, un sorprendente 82% considera su regreso beneficioso para la paz, mientras que, en contraste, una mayoría en el Reino Unido lo percibe como una mala noticia.
Esta división de opiniones refleja una realidad multipolar emergente en el escenario internacional. Europa, según el análisis, se encuentra en una encrucijada respecto a su relación con Estados Unidos bajo el mando de Trump, quien no es visto ampliamente como el «pacificador» que algunos en otros continentes prevén. Además, la percepción del poder de Rusia y de China como potencias influyentes en la esfera mundial sigue creciendo. Mientras que países como India y China ven a Rusia como un aliado necesario, el fortalecimiento de China en este siglo es ampliamente aceptado por diversos actores globales. En este marco, la Unión Europea es percibida fuera de sus fronteras con potencial para actuar como una potencia global, aunque los europeos mismos son reticentes a apostar por su influencia futura.
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