Turistas alojados en un hotel cercano a la base militar de Elmendorf-Richardson en Alaska descubrieron documentos confidenciales de la Oficina de Protocolo de la Casa Blanca justo antes de la cumbre entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin. Los hallazgos, realizados en el centro de negocios del Hotel Captain Cook, incluían un itinerario detallado de las delegaciones de ambos países, además de contactos de funcionarios y una lista de los salones reservados para las reuniones. Entre los documentos, también se mencionaba la entrega a Putin de un busto de un águila calva, símbolo nacional de EE. UU.
La revelación de los documentos ha generado inquietud por las implicaciones de seguridad, aunque la Casa Blanca minimizó el incidente, describiéndolo como un «menú de almuerzo de varias páginas». El almuerzo, que no se llevó a cabo, había sido diseñado para que Trump y Putin se sentaran frente a frente, acompañados de sus respectivos miembros del gabinete. Esta no es la primera vez que la Administración Trump enfrenta controversias por la filtración de información sensible, ya que incidentes previos involucraron a funcionarios compartiendo datos en chats grupales de forma inadvertida.
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