Uno de los mayores enigmas de la humanidad, el Arca de la Alianza, ha vuelto a generar interés tras la desclasificación de un documento de la CIA. Según la Biblia, este cofre de madera recubierto de oro contenía las tablas de los Diez Mandamientos y su localización ha sido objeto de especulación durante siglos. El informe desvelado revela que, en la década de 1980, la CIA desarrolló un proyecto para intentar localizar el Arca. A través de experimentos con individuos que aseguraban tener habilidades paranormales, conocidos como «visores remotos», la agencia obtuvo lo que se cree es una ubicación aproximada del Arca en el Medio Oriente. Este singular método trataba de aprovechar la supuesta capacidad de estos psíquicos para percibir objetos distantes utilizando solo coordenadas.
A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, tanto la CIA como la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos emplearon a estas personas con el fin de obtener inteligencia sobre eventos globales. Según el documento, se realizaron experimentos en los que un «visor remoto» describió el Arca como un contenedor de madera y oro decorado con un ángel de seis alas, escondido en algún lugar del Medio Oriente. Aunque algunos relatos sugieren que el Arca fue trasladada a Etiopía y otros afirman que nunca abandonó Jerusalén, el misterio sigue sin resolverse, pese a las afirmaciones de su descubrimiento en 1988. La CIA utilizó estas capacidades paranormales para diversos propósitos, desde localizar rehenes secuestrados hasta rastrear fugitivos, pero el paradero del Arca continúa siendo un acertijo pendiente de confirmación.
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