Documenta Madrid vuelve a situarse en el centro de atención del cine documental con su 22ª edición, que tendrá lugar del 6 al 11 de mayo. Organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento, el festival celebrará una vez más su compromiso con la reflexión, la memoria y la experimentación cinematográfica. Este año, la propuesta se desplegará en distintas sedes de la capital, incluidas la Cineteca Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Filmoteca Española, y otras entidades culturales, ofreciendo una programación que abarca una variedad de realidades y narrativas que desafían lo establecido.
Bajo la nueva dirección artística de Luis E. Parés y un comité de programación diverso, el festival apuesta decididamente por el cine nacional, el uso del archivo como memoria y el documental de autor. Con un enfoque curatorial que busca visibilizar nuevas voces, en esta edición se repartirán 36.000 euros en premios a través de sus secciones competitivas.
La inauguración del festival trae consigo una revelación cinematográfica con el hallazgo de dos obras inéditas del arquitecto Ricardo Bofill, realizadas en 1967: «Imagen de la ciudad» y «Alucinación arquitectónica», que hasta ahora no habían sido exhibidas públicamente. Junto a estas proyecciones, se estrenará «Maldito niño», una iniciativa colaborativa que reinterpreta imágenes de Guinea Ecuatorial de los años 20 y 30.
Las secciones competitivas de Documenta Madrid mantienen sus tres categorías principales, una plataforma esencial para cintas nacionales e internacionales. Además, el festival se enriquece con «Corte Final», donde destaca la entrega de premios que promueven la innovación y el riesgo creativo.
Uno de los grandes atractivos de esta edición reside en sus cinco retrospectivas centradas en la imagen de archivo como catalizador de nuevas memorias colectivas. Estas retrospectivas recorrerán el cine de Kamal Aljafari, momentos culturales transformadores de EE. UU., la obra de Ute Aurand, junto con perspectivas sobre el documental mexicano contemporáneo y un programa alrededor de Miranda Pennell creado por estudiantes de la ECAM.
Entre las proyecciones especiales, destacan «TWST: Things We Said Today», que reflexiona sobre la llegada de los Beatles a Nueva York, y «Vestida de azul», un documental restaurado sobre las experiencias de mujeres trans en la España de la Transición. Ambas películas evidencian el poder del archivo para reflejar realidades sociales y políticas.
El programa «Constelación Cineteca» busca expandir el diálogo del festival con el entorno urbano y la práctica artística, mediante una serie de proyecciones en Matadero Madrid. Estas incluyen trabajos como «Viento del este», un retorno narrativo a Cisjordania, y «La memoria es nuestra», la crónica de un barrio madrileño.
Con un enfoque que trasciende la mera exhibición, Documenta Madrid también ofrece un robusto programa de actividades formativas y encuentros profesionales. Estos incluirán desde talleres experimentales hasta conferencias magistrales, abriendo espacios para el intercambio de ideas entre cineastas y el público.
La clausura del festival promete ser memorable con la proyección de registros inéditos del grupo artístico El Paso, acompañados de música en vivo. Antes de esto, se presentará «El rastro», una película restaurada que ofrecerá una mirada al cine amateur artístico.
Este año, la identidad visual del evento está a cargo del fotógrafo Ricardo Cases, quien mediante su peculiar estilo, captura la transformación y riqueza cultural del entorno urbano de Madrid, especialmente en el distrito de Usera.
Con un jurado internacional de renombre, Documenta Madrid 2025 se perfila como un evento imperdible en el calendario cinematográfico global. Su propuesta reafirma la importancia del cine documental como herramienta para explorar lo contemporáneo, recuperar lo olvidado y visionar futuros alternativos. Una celebración del cine como acto de resistencia, memoria y descubrimiento.