En la noche del miércoles, Francia ha sido escenario de un acto violento en la ciudad de Grenoble, donde una granada fue lanzada al interior de un bar, causando temor entre los residentes locales. El ataque, que dejó a 12 personas heridas, de las cuales seis se encuentran en estado crítico, ha generado una rápida respuesta de los servicios de emergencia, quienes acudieron al lugar del suceso poco después del incidente. A pesar de la gravedad de la situación, el perpetrador, que aún no ha sido identificado ni detenido, portaba un fusil de asalto Kalashnikov que no llegó a utilizar. Las autoridades han confirmado que la explosión fue intencionada y se encuentran investigando para esclarecer los motivos detrás de este acto de violencia extrema.
El suceso tuvo lugar a las 20:15 horas en un bar ubicado en la calle Claude-Kogan, en el barrio de la Villa Olímpica. La Policía, junto con unidades especializadas en crimen organizado, se ha desplegado para recoger pruebas y testimonios. Según el fiscal de Grenoble, no se descarta ninguna hipótesis sobre el motivo del ataque, aunque actualmente no se considera prioritariamente un acto de terrorismo a pesar del armamento involucrado. El alcalde de Grenoble, Éric Piolle, ha expresado su condena enérgica ante lo que describe como «un acto criminal de increíble violencia». Las investigaciones siguen su curso mientras la comunidad se mantiene en vilo a la espera de nuevos desarrollos.
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