En el Ayuntamiento de Madrid se ha intensificado la polémica en torno al proyecto de construcción del cantón de limpieza en el barrio de Montecarmelo. Javier Ortega Smith, portavoz de Vox, ha anunciado que su partido solicitará la dimisión del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante el pleno de Cibeles. Esta petición surge tras la insistente demanda de los vecinos para reubicar el cantón, así como tras una sentencia judicial que ha paralizado las obras. La situación es un nuevo desafío para el alcalde José Luis Martínez-Almeida, quien enfrentó desacuerdos con la normativa Madrid 360 y la cuestión de las terrazas. La exigencia de Vox, aliado clave de la derecha, añade presión sobre un equipo de gobierno ya cuestionado por ciertas de sus políticas urbanísticas.
La disputa se sitúa en un contexto donde Vox ha capitalizado el descontento vecinal en barrios tradicionalmente afines al Partido Popular. Montecarmelo, con aproximadamente 20,000 habitantes, ha sido uno de los focos de oposición al proyecto municipal, unido por canales de comunicación vecinal. Aunque la moción de Vox pudiera no prosperar debido a la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento, el gesto refleja un cambio estratégico hacia un potencial dominio político en futuras elecciones. El alcalde Martínez-Almeida debe ahora equilibrar su gestión administrativa y política para asegurar una gobernabilidad efectiva, especialmente ifinian a futuras negociaciones con Vox para mantener el control de la capital.
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