El operador de centros de datos, Global Switch, enfrenta un desafío significativo en su intento de expandir sus operaciones en Frankfurt, Alemania. A pesar de ser propietario de terrenos estratégicamente ubicados junto a sus instalaciones ya existentes, Frankfurt Nord y Frankfurt Süd, la ciudad ha impuesto restricciones que impiden el desarrollo de nuevos centros de datos en esa área. Esta decisión, fundamentada en políticas urbanísticas recientes, ha generado tensiones entre la empresa y las autoridades locales, y podría culminar en acciones legales.
La regulación del uso del suelo en Frankfurt está dirigida por el Gewerbeflächenentwicklungsprogramm, un plan que busca equilibrar el uso de la tierra, diversificando la economía y protegiendo otros sectores comerciales. De acuerdo con este programa, el terreno de Global Switch no está aprobado para la construcción de centros de datos en el plan vigente desde diciembre de 2024. Jens Leuchters, director ejecutivo de la compañía en Frankfurt, ha manifestado que esta restricción impone severas limitaciones sobre los derechos de su propiedad y ha solicitado una revisión del caso, amenazando con llevar el asunto a tribunales mediante una demanda de control normativo.
Global Switch justifica su expansión como una necesidad para satisfacer el incremento en la demanda de infraestructura digital en Frankfurt, reconocida como uno de los centros de datos más importantes de Europa. Con instalaciones que actualmente abarcan 17,686 metros cuadrados y una eficiencia energética destacable con un PUE de 1,1, la empresa argumenta que la prohibición podría debilitar la competitividad del sector digital en la ciudad y ahuyentar a clientes clave. Asimismo, Leuchters ha citado el apoyo de instituciones académicas y cámaras de comercio que instan a una mayor flexibilidad para permitir tal expansión.
En contraste, las autoridades de Frankfurt defienden las regulaciones como un medio para equilibrar los intereses económicos diversos y promover un desarrollo sostenible. Martin Hunscher, del Departamento de Urbanismo, recuerda que Global Switch tiene derecho a presentar objeciones durante el periodo de consulta pública sobre el plan de zonificación, aunque mientras no se modifique el plan, el terreno seguirá excluido para nuevos desarrollos de centros de datos.
El conflicto de Global Switch es un reflejo de un dilema más amplio al que se enfrentan muchas ciudades: cómo manejar el crecimiento del sector de centros de datos en un contexto de limitaciones espaciales y recursos finitos. Con más de 75 hectáreas ya dedicadas a estas infraestructuras en Frankfurt, algunos funcionarios abogan por políticas más estrictas para evitar la saturación y diversificar la economía local.
Béla Waldhauser, portavoz de la Allianz zur Stärkung digitaler Infrastrukturen, considera que aunque el caso de Global Switch podría ser un incidente aislado, situaciones similares podrían emerger si las normativas se vuelven demasiado restrictivas, amenazando la posición de Alemania como líder en infraestructura digital.
En conclusión, el caso de Global Switch en Frankfurt pone de relieve las tensiones crecientes entre el avance tecnológico y la planificación urbana, en un entorno donde la sostenibilidad, la economía y la digitalización compiten por espacio y recursos.